El año empezó con noticias previsibles en Atlacomulco. Lo que parecía una afrenta contra el bastión priísta sólo se trató de una maroma del ex alcalde Roberto Téllez que mandó colocar una estatua de AMLO para tirarla en menos de 72 horas.
Los que saben señalan que ordenó bajar el switch de energía eléctrica en la zona para evitar el registro de las cámaras de seguridad y que había un cerco de morenistas pagados por Téllez para que no haya testigos.
Por tanto amaneció caída y decapitada la estatua de AMLO en Atlacomulco donde aseguran que ninguno del pueblo lo hizo que solita se fue de hocico por la mala calidad de la obra como todo lo que hizo Téllez.