El 3 de noviembre es la fecha marcada para que los votantes norteamericanos decidan, si el actual presidente, Donald Trump, permanece otros cuatro años en el poder, o si cambia la estafeta a su contrincante del bando Demócrata, Joe Biden, quien es mejor conocido por haber desempeñado el cargo de vicepresidente durante el mandato del ex presidente Barack Obama, y quien ha estado inmerso en la política desde los años 70.
Conforme el día de la elección se acerca, las compañías encargadas de realizar las encuestas previas a la votación, preguntan a los ciudadanos por el candidato de su preferencia, esto con la finalidad de llevar a cabo una estimación acerca del estado de ánimo de la nación, ante las próximas votaciones. Estas encuestas nacionales son una excelente guía para saber qué tan popular es un candidato en el país; sin embargo, no siempre son confiables para predecir el resultado de la elección.
Esto quedó demostrado en las pasadas elecciones del año 2016, ya que, en aquel momento la candidata del partido Demócrata, Hillary Clinton, era quien se encontraba al frente de las encuestas y se perfilaba como la favorita para ganar, de hecho, ganó tres millones de votos más que el candidato opositor, Donald Trump, sin embargo, esto no le valió, debido al sistema electoral que se utiliza en los Estados Unidos de América, que marca que ganar la mayoría de votos no siempre otorga la ventaja en una elección. La diferencia entre las elecciones anteriores y éstas, es el porcentaje que tiene cada candidato. En el año 2016, las elecciones fueron un poco más complejas, pues, la diferencia en el porcentaje de votos entre los dos candidatos era mínima, apenas por dos puntos, mientras que en esta elección el porcentaje es más amplio, pues se acerca al 8%.
¿Qué estados decidirán estas elecciones?
Tal y como lo descubrió Hillary Clinton en el 2016, el número de votos que ganes no es tan importante cómo los estados en dónde los ganes. Por un lado, la mayoría de los estados ha tomado su decisión de por quién votará, por lo que esos estados han quedado fuera de la contienda, mientras que por el otro lado, hay algunos estados en los que ambos candidatos tienen posibilidad de ganar y se podría decir que el voto de estos estados será el decisivo para saber cuál candidato gana y cuál pierde; es por ello que se les conoce como estados en campo de batalla.
En el sistema de votaciones que se utiliza en los Estados Unidos para elegir a su presidente, conocido como Colegio Electoral, cada estado recibe una cantidad de votos que se basa en la cantidad de miembros que envía al Congreso, a la Cámara y al Senado. Por lo que en este sistema, se disputan 538 votos, y un candidato necesita alcanzar al menos 270 votos para ganar las elecciones. Algunos estados en el campo de batalla poseen más votos electorales que otros y es por ello que muchas veces los candidatos destinan más tiempo de campaña en ellos.
¿Quién lidera los estados que aún están en contienda?
Hasta el momento, en aquellos estados que siguen en el campo de batalla, las encuestas favorecen al candidato Demócrata, sin embargo, por experiencias previas sabemos que las estadísticas pueden cambiar de un momento a otro, en especial cuando Donald Trump está involucrado. Si analizamos los números, éstos sugieren que Joe Biden mantiene una amplia ventaja en estados como Michigan, Pensilvania y Wisconsin, considerados como estados dedicados a la industria, y en los que las elecciones anteriores, el candidato Republicano ganó por un margen menor de 1% de diferencia.
Lo que más preocupa al equipo de campaña de Donald Trump es el hecho de que en la elección de 2016 tenía una gran ventaja en los estados en contienda, en realidad, fueron estos estados los que le consiguieron la victoria. Para estas elecciones, el margen de diferencia entre Biden y Trump es de apenas el 3%, mientras que, entre Clinton y Trump fue de entre 8% y el 10%. Es por esta razón que algunos analistas políticos consideran que sus posibilidades de reelección son muy bajas, si la situación permanece de la misma manera.
El sitio web de análisis político, FiveThirtyEight, considera a Joe Biden como el candidato favorito para ganar la elección que se llevará a cabo el próximo martes, mientras que la reconocida publicación inglesa The Economist señala que es poco probable que Trump se mantenga en el mando.
¿Podremos confiar esta vez en las encuestas? ¿Podrán predecir quién será el próximo presidente de los EE.UU.? Sería sencillo desestimar los números que han arrojado hasta ahora las encuestas al compararlos con lo que sucedió en las elecciones de 2016, pues, al presidente Trump, normalmente, le gusta señalar dicha equivocación. De hecho, que las encuestas posicionaran a Hillary Clinton en la delantera, no significa que estuvieran equivocadas, ya que, ganó 3 millones de votos más que su contrincante.
En el 2016, las personas encargadas de realizar las encuestas tuvieron varios problemas al tratar de plasmar de manera adecuada el número de votantes sin título universitario, y fueron precisamente estos votantes, quienes le dieron la victoria al actual presidente Trump en aquellos estados que se mantuvieron en contienda hasta el final, este error fue por el cual no se detectaron esos puntos de ventaja. Para estas elecciones han tratado de corregir esos fallos, sin embargo, la incertidumbre que se vive en estos momentos es mucho mayor, debido a la pandemia y el efecto que ésta tiene, no sólo en la economía, sino también en la manera en cómo la personas toman la decisión de su voto; es por ello, que las encuestas deben leerse con cierto recelo, sobre todo por la situación tan cambiante que estamos viviendo.
Fuente: BBC news
Traductor: Ingrid Rangel
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